La actual reforma de pensiones vuelve al punto de mira. El Banco de España asegura que es insuficiente para garantizar la sostenibilidad de estas y que, por lo tanto, no deberían subir conforme al IPC este año porque el coste es inasumible. En un informe, de más de 300 páginas, asegura también que la inflación, que se espera que cierre el año entornos al 6,3%, está afectando más a las rentas bajas que a las altas. Como cada semana, Javier Ruiz nos explica en ‘Money Talks’ cuánto supone esa subida conforme al IPC, si el sistema sigue siendo sostenible y qué opciones existen para hacer frente a este problema.
Las pensiones son el principal reto para las cuentas públicas. Hasta ahora, las reformas de pensiones se han basado en tres ideas claras. La primera es que los pensionistas no se empobrecían y que, por lo tanto, sus ingresos subían de acuerdo con los precios ya que, además, los mayores suelen ser la red para sus familias durante las crisis.
El segundo punto a tratar es que había que quitar del gasto de pensiones todo lo que no fuese eso, por ejemplo, las bajas de maternidad se pagan en parte con esta hucha. Y, por último, se planteaba un retraso en la edad de jubilación de acuerdo con el aumento de la esperanza de vida, aunque esto no se ha llegado a materializar con una estrategia clara.
El problema viene ahora con ese primer punto y es que los precios han escalado tan rápido que se ha vuelto totalmente inasumible que las pensiones suban conforme al IPC. Si hablamos de números, ese 6,3% de inflación se materializa en 12.000 millones de euros más de gasto en pensiones, que incluyen tanto las de los que han tributado como las mínimas no contributivas. En España, la pensión media es de 1185, la subida conforme al IPC implica pagar 74 euros más a esta cifra.
El Banco de España pide que no se suban un 6% sino un 3%, es decir, que entre líneas apunta a que la crisis la paguen los pensionistas, como hasta ahora la han pagado los trabajadores que no han tenido una subida de salario proporcional a los precios. Otra de las ideas que maneja es que no todas las pensiones paguen lo mismo, que las altas se congelen y las bajas aumenten, pero esto enfada y mucho a aquellos que se han pasado más de 40 años tributando.
Ahora mismo, las pensiones son sostenibles, no están quebradas, pero la cuestión es durante cuánto tiempo esto va a seguir siendo así. Tenemos un problema de esperanza de vida, que ha aumentado exponencialmente. Cada año vivimos más, por lo que tenemos que incrementar las huchas de las pensiones. Por otro lado, existe un problema generacional y es que los babyboomers se van a jubilar todos a la vez y suponen un grueso poblacional mucho mayor que el de millennials y generación Z. ¿Qué va a pasar con esas pensiones, con las de los uppers? Te lo contamos en el vídeo. Dale al play.