La próstata es uno de los grande tabúes entre los hombres mayores de 40-50 años. La sola mención de una revisión urológica causa sudores fríos, ansiedad y rechazo a muchos de ellos, a pesar de que un vistazo a tiempo a nuestra amiga puede llegar a salvarnos la vida. No olvidemos que en España casi 6.000 personas mueren al año por tumor maligno de próstata. Sin embargo, menos del 10% de los varones acuden periódicamente a una revisión urológica.
La realidad es que hay mucha desinformación, además de un temor y vergüenza infundadas a los exámenes físicos, identificados por muchos como dolorosos o, peor aún, como un atentado a su hombría. Para tratar de aportar un poco de luz al asunto, abrimos el ‘Cuestionario Prost’ de la mano del urólogo del Lyx Instituto Claudio Martínez-Ballesteros. Nuestro experto nos guiará en varias entregas a través las dudas más habituales que genera la próstata entre los hombres, despejará miedos que no tienen razón de ser, nos explicará por qué es tan importante no postergar la visita al urólogo y nos enseñará a lidiar con los posibles problemas asociados a trastornos prostáticos.
En el centro de todo esto está esta glándula que es casi del tamaño de una nuez cuando el hombre tiene alrededor de 20 años, pero que puede haber crecido hasta el tamaño de un albaricoque a los 40 y que puede alcanzar ya el tamaño de un limón a los 60.
Una próstata agrandada puede oprimir la vejiga y la uretra, ralentizando o bloqueando el flujo de la orina. A esta afección se la conoce como hiperplasia prostática benigna (BPH por sus siglas en inglés). No es algo que se pueda evitar, pero sí que hay síntomas que nos pueden permitir identificarla y comenzar el tratamiento lo antes posible. En el vídeo de esta semana el doctor Martínez-Ballesteros desgrana cuáles son esas señales de alarma.
Si los síntomas son leves, no es necesario empezar con tratamiento de inmediato, pero cuando ya comienza a afectar a la calidad de vida, se pueden utilizar medicamentos que alivien los síntomas. Y si eso no funciona, es cuando se contempla la cirugía.
Los hombres también corren riesgo de desarrollar cáncer de próstata. Aunque esta enfermedad es mucho menos común que la BPH, conviene hacer revisión a partir de los 50 para despistar la presencia de un posible tumor. En caso de tener antecedentes familiares de primer grado (padres o hermanos), es mejor empezar a controlarlo con revisiones urológicas anuales desde los 40 años.