El aumento de la próstata es muy común en los hombres a partir de los 50, lo que implica más probabilidades de padecer una prostatis, una hiperplasia o incluso un cáncer. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que existen alimentos que pueden ayudar a proteger la próstata de manera similar a las dietas que cuidan el corazón. El especialista del Lyx Instituto Claudio Martínez-Ballesteros aborda en una nueva entrega de 'Cuestionario Prost' cómo una nutrición correcta, combinada con actividad física, pueden ayudar a desinflamar esta glándula.
Una alimentación típica de un patrón de dieta mediterránea, rica en fibra, frutas y verduras y libre de grasas saturadas de origen animal es vital para preservar el buen estado de este órgano tan importante para la función sexual y urinaria. Realmente no va a hacer que la próstata deje de crecer, pero sí tiene un impacto positivo, explica el experto. Los síntomas tardan más en aparecer y se sobrellevan mejor.
¿Qué alimentos son estos? Aquellos ricos en vitamina E, como las verduras de hoja verde, los frutos secos, legumbre y germen de trigo, que tiene propiedades antiinflamatorias. También el pescado azul por los ácidos grasos Omega 3 y la calabaza, que es un alimento rico en antioxidantes. Igualmente es importante el tomate, que destaca por su alto contenido en licopeno, que frena el envejecimiento de la próstata. Todo ello se puede complementar con alimentos ricos en zinc como los huevos, las ostras, las patatas, los espárragos o las berenjenas.
Por el contrario, el café y otros estimulantes como el té o las bebidas de cola pueden dificultar la micción. Además, sería conveniente limitar en la medida de lo posible el consumo de embutidos, frituras, comida rápida y alimentos procesados.
Además de la nutrición, también es conveniente llevar a cabo algunos ejercicios que ayudan a desinflamar la próstata. Realizar actividad física durante al menos 30 minutos al día, durante tres o cuatro días a la semana, combinando ejercicios aeróbicos con anaeróbicos, favorecerá la salud prostática.
En ese sentido, el doctor Martínez-Ballesteros explica que los pacientes con cáncer de próstata avanzado que han incorporado a su rutina una serie de ejercicio mixto (sentadillas y pesas, combinado con carrera continua), así como una alimentación muy cercana a la dieta mediterránea, tienen mejor respuesta al tratamiento oncológico, lo toleran y mejor y su percepción de la enfermedad es sensiblemente mejor que los que no lo han hecho.